Hace tiempo, estuvimos viendo en el artículo «¿Lo llevamos al corte?» una aproximación gráfica y matemática de en qué régimen nos convenía más cambiar mirando la gráfica de potencia del motor proporcionada por el fabricante, o la obtenida en un banco de potencia.
La aproximación que vamos a ver ahora es cómo se ve desde la versión práctica, todo aquello que vimos y los distintos escenarios que nos podemos encontrar.
Y para hacerlo más sencillo, no nos va a hacer falta un sistema complejo de adquisición de datos. Tan solo con un buen logger GPS o con un teléfono y su acelerómetro interno, usando Motorlap nos podemos apañar.
Ponemos el móvil bien horizontal y alineado con el eje del coche y allá que vamos.
Los motores son reales
Y es que en un mundo ideal, nos gustaría tener una aceleración constante. Pero en la realidad, los motores, pueden ofrecer cierta aceleración a cada momento de su régimen, con lo que nos ofrecen una curva característica.
Si a esto le sumamos la ventaja mecánica de la caja de cambios y el freno aerodinámico que es mucho, tenemos que nuestra aceleración ideal, en vez de plana, tiene forma de parábola horizontal.
Y ya habiendo dejado caer todo esto, nos vamos a meter más en profundidad
Leyendo «Fuerzas G»